La Comunidad Teológica Evangélica de Chile es una institución que surge del deseo y compromiso conjunto de hermanos y hermanas de diferentes iglesias que, en una perspectiva visionaria, crearon esta casa de formación teológico-pastoral en el año 1964. Su finalidad es servir al pueblo evangélico chileno.

Desde sus comienzos, la CTE de Chile, ha ofrecido varios programas de formación teológica con el propósito de responder a las necesidades de las iglesias miembros y de iglesias hermanas que buscan en esta casa adquirir las herramientas necesarias que permitan a sus estudiantes desarrollar sus ministerios, dones y talentos en sus congregaciones o comunidades de fe.

A través de sus más de cincuenta años de servicio, la CTE ha contado con una reconocida planta docente. Doctores, magísteres y licenciados que contribuyen, desde su conocimiento y experiencia de fe, los nutrientes necesarios que permitan a sus estudiantes aportar en la construcción de una sociedad más humanizada y con la presencia de los valores cristianos, base de su desarrollo y crecimiento.

Hoy, nuestra comunidad sirve a un gran número de iglesias evangélicas en varias ciudades del país. Servicio que presta a través de los Programa de Residencia, Extensión y On line.

La CTE es una institución acreditada ante el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógica (CPEIP), dependiente del Ministerio de Educación. Lo que la habilita para realizar cursos de perfeccionamiento a profesores y profesoras titulados. Actualmente, ha establecido un convenio “Específico de Grados” con la PUCV, miembro del Consejo de Rectores, para que sus títulos de Bachiller y Licenciatura cuenten con el reconocimiento estatal. La CTE es una institución pionera en este ámbito.

Cuenta con dos bibliotecas en Santiago y Concepción, posee una gran cantidad de títulos de libros, revistas, diccionarios que permiten al estudiante consultar las obras de diversos autores y autoras.

Las sedes de Santiago y Concepción proporcionan la infraestructura adecuada para desarrollar, en un buen ambiente, nuestra labor.

Les invitamos a ser parte de esta casa.