Sobre los capítulos y versículos en la Biblia

Sobre los capítulos y versículos en la Biblia
Amigos, amigas; ¿recuerdan ustedes aquel famoso episodio de Jesús en la Sinagoga la NAZARA cuando leyó el pasaje del profeta Isaías? Esta historia nos la relata el evangelista Lucas (4,16-30).
Ahí leemos:
“Le entregaron el volumen (un rollo) del profeta Isaías y desenrollando el volumen, halló el pasaje donde estaba escrito”. Para cualquiera de nosotros es fácil hallar aquel texto o cualquiera otro, para ello nos son de muchísima utilidad los capítulos y versículos en que están divididos los libros y cartas que conforman nuestra Biblia.
Es obvio que Jesús sabía que estaba leyendo al Profeta Isaías; pero, no sabía que estaba leyendo aquel capítulo y aquellos versículos. Y esto simplemente porque capítulos y versículos son invenciones muy posteriores.
Así como Jesús, el Apóstol Pablo tampoco tenía conocimiento de la  ubicación «numérica” de los textos   del AT.  que citaba a sus lectores.
Les invito a que juntos leamos 2a Corintios 6,16b-18:
«Dijo Dios: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por tanto, salid de entre ellos y apartaos dice el Señor. No toquéis cosa impura, y yo os acogeré. Yo seré para vosotros Padre, y vosotros seréis para mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”
Con una primera lectura podemos quedar con la impresión de que se trata de un único pasaje del A.T. y ayudan a quedarnos con esas impresiones falsas, algunas ediciones del  N.T. Tengo a mano, la edición católica «Nuevo Testamento — Edición Pastoral” (Ed. Paulinas – Verbo Divino, 1982) y la versión protestante  “El Nuevo Testamento» (Soc. Bíblicas, Revisión 1960), en donde no aparece ninguna indicación al margen, alertando a los lectores que se trata de un pasaje compuesto de varias citas del A.T. Advirtamos que aquellas son ediciones pastorales, dirigidas para todo público; son ediciones en donde no aparece el aparato crítico.
El escritor, Pablo, está citando, y al parecer de memoria, distintos pasajes del A.T. Cita el profeta Ezequiel 37,27: “Mi morada estará… junto a ellos, seré su Dios y ellos serán mi pueblo”. Del profeta Isaías 52,11 recuerda:  “Apartaos, apartaos, salid de allí, cosa impura no toquéis… ”. El apóstol finaliza el recuerdo de los pasajes del A.T., citando del segundo libro de Samuel 7,14: «Yo seré para él padre y él será para mí hijo”.
Notemos que las expresiones “y yo os acogeré” e «hijos” no son parte de los textos citados, al menos no aparecen en nuestra Biblia de estudio. Pablo, o el copista neotestamentario, se ha tomado Ia Iicencia de agregarlos.
Así tenemos que los escritores sagrados no escribieron usando Ia división numérica, de capítulos y versículos que hoy tienen nuestras Biblias.
La división en capítulos recién aparece en el siglo XIII y es muy probable que se Ia debamos a STEPHAN LANGTON (1150-1228), prelado inglés, autor de varios tratados teológicos.
Dividir los capítulos fue una ingeniosa ocurrencia del impresor parisiense ROBERT ESTIENNE, esto ocurría en 1551.
A fines del mismo siglo XVI, aparecerá otro instrumento muy útil para el estudio de las Sagradas Escrituras, la concordancia. Desde estas páginas rendimos merecido homenaje a los dos hombres olvidados por muchos y por muchos años, STEPHAN LANGTON  y  ROBERT ESTIENNE, cuyos ingeniosos aportes, los capítulos y los versículos, nos permiten ubicar con rapidez y precisión los pasajes de la Biblia. Inventos de los que no gozaron Jesús ni el apóstol Pablo, entre muchos otros. Amigos a disfrutar de la ubicación numérica.

Rev. Pedro Zavala
IELCH